Desafíos emergentes: La amenaza creciente de las infecciones de Transmisión Sexual y la farmacorresistencia
En el mundo: Cada día, más de un millón de personas entre 15 y 49 años contraen una Infección de Transmisión Sexual (ITS) que, si se diagnostica oportunamente, es curable. Las ITS se observan principalmente en adolescentes y adultos jóvenes, cuyas edades oscilan entre 18 y 45 años, un grupo amplio en etapa reproductiva y sexualmente activo. Las infecciones de transmisión sexual más frecuentes incluyen clamidia, gonorrea, tricomoniasis, herpes genital, verrugas genitales, el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y sífilis (1).
En México, según el Boletín Epidemiológico de 2023, hubo un aumento en los casos de enfermedades de transmisión sexual en comparación con el 2022, específicamente en vulvovaginitis (516.213 frente a 504.387), candidiasis urogenital (118.770 frente a 116.643), sífilis adquirida (18.288 frente a 15.577), herpes genital (9.407 frente a 9.091), chancro blando (1.062 frente a 910), sífilis congénita (839 frente a 835) y linfogranuloma venéreo (409 frente a 405) (2).
Las ITS afectan directamente la salud sexual y reproductiva, pudiendo causar infertilidad, cáncer, infecciones crónicas, dolor pélvico, enfermedades cardiacas, esterilidad, artritis, enfermedad inflamatoria pélvica y complicaciones en el embarazo, como prematuridad, bajo peso al nacer, abortos o mortinatalidad. Además, una persona infectada puede seguir propagando la enfermedad si no presenta síntomas y la infección pasa desapercibida (1,3).
El Importante Papel del Tamizaje de ITS en la Protección de las Mujeres y la Población Vulnerable
Las mujeres enfrentan impactos más graves en la salud por ITS que los hombres, debido a su anatomía que presenta una mayor superficie de mucosa y porque estas infecciones pueden ser más difíciles de detectar al ser asintomáticas o al confundirse con otras afecciones ginecológicas. En mujeres, las ITS pueden tener graves consecuencias para la salud reproductiva. Particularmente, la clamidia y la gonorrea, si no se tratan, aumentan el riesgo de infertilidad, dolor pélvico crónico y embarazos ectópicos. La sífilis no tratada en mujeres embarazadas causa la muerte del bebé hasta en un 40% de los casos.
Algunas ITS pueden transmitirse de la madre al bebé durante el embarazo y a través de la lactancia materna. Otras consecuencias de tener una ITS durante el embarazo incluyen el parto prematuro, una causa principal de mortalidad infantil, y pueden ocasionar problemas de salud y de desarrollo a largo plazo en los niños, así como infecciones en el útero después del parto. Si se diagnostican a tiempo, la mayoría de las ITS tienen un tratamiento sencillo, rápido y eficaz. Sin embargo, en algunas ocasiones el diagnóstico se complica debido a que un agente puede producir diferentes síndromes, pero también diferentes patógenos pueden producir el mismo síndrome o síntoma, dificultando un tratamiento adecuado (4).
La importancia de un diagnóstico sindrómico y tratamiento oportuno reside en evitar complicaciones especialmente en personas embarazadas o inmunosuprimidas. Además, actualmente existen pruebas moleculares para el análisis de resistencias a antibióticos, al conocer la presencia de una resistencia específica, se evita el uso indiscriminado de antibióticos, asegurando el éxito terapéutico del paciente.
La farmacorresistencia constituye un obstáculo importante para reducir la carga de las ITS en el mundo. Así mismo, el reto de la automedicación representa un reto para la erradicación, ya que puede enmascarar los signos de la infección sin llegar a curarla, además de favorecer la aparición de microorganismos resistentes a antibióticos (1).
Para el diagnóstico de STI y estudio de resistencias a fármacos, Seegene ofrecer diferentes soluciones:
(1) Infecciones de transmisión sexual (ITS), 2024; (2) Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, 2024; (3) Enfermedades de transmisión sexual (ETS). (n.d.). Mayoclinic.org; (4) SSA. Las mujeres frente a las infecciones de transmisión sexual, 2024.